Bolivia y el espejo del Salar de Uyuni

Salida en autocar desde los diferentes puntos de recogida en dirección al aeropuerto de Barcelona para volar a Santa Cruz de la Sierra vía una ciudad de enlace. Comidas y noche a bordo.

Aterrizaremos en el aeropuerto de Santa Cruz a primera hora de la mañana. Después de pasar los trámites de entrada y recoger el equipaje, nos dirigimos hacia el hotel para descansar un poco antes de comer en un restaurante local.

¡Bienvenidos a Bolivia! Un país con una belleza natural extraordinaria, agreste y sorprendente, considerado uno de los más diversos y fascinantes de Sudamérica, que de bien seguro os llegará al alma.

La puerta de entrada al país será la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, una de las ciudades más pobladas, dinámicas y cosmopolitas de Bolivia, que conserva todavía el ambiente de pueblo. Este será el punto de partida para conocer la historia de las Misiones Jesuíticas.

Por la tarde, recorreremos Santa Cruz, denominada también como la Capital Oriental, situada en la llanura amazónica. Descubriremos su núcleo histórico, paseando por la Plaza 24 de septiembre, donde se encuentra la catedral y visitaremos el museo histórico y el centro de exposición de artesanías de las etnias amazónicas. Finalmente, todavía tendremos tiempo para dar un paseo por La Recoba, un mercado donde se ofrecen productos típicos de las comunidades nativas orientales y andinas.

Regreso al hotel, cena y alojamiento.

Después del desayuno iniciaremos un recorrido de dos días que llevará a conocer San Javier y Concepción, dos puntos clave de la Ruta de las Misiones Jesuíticas de Bolivia.

Históricamente, antes de que los colonizadores europeos llegaran al nuevo continente, los jesuitas fundaron un estado religioso e independiente en Paraguay en 1609. Desde allí, se expandió, originando otras misiones a las vecinas Argentina, Brasil y Bolivia, siendo los primeros en adentrarse en territorios inexplorados por los europeos.

La obra misionera de los jesuitas constituyó uno de los principales signos de identidad de la Compañía, y efectuó una importantísima labor, que no sólo fue notable por la creación de numerosos colegios, sino también por las peculiares características de su funcionamiento.

Cada comunidad jesuítica contaba con una iglesia y un líder propio que gobernaba con total autonomía sobre las comunidades indígenas locales. El proceso les servía para abastecerse de bienes de subsistencia y organizar la vida económica. Además, ofrecían a los indígenas protección contra la explotación de los colonizadores españoles o portugueses y les enseñaban la religión católica, entre otros.

La organización alcanzó su período de máximo esplendor de la mano del infatigable padre suizo Martin Schmidt, quien no sólo construyó las misiones de San Javier, Concepción y San Rafael de Velasco, en Bolivia, sino que también participó en otros proyectos relacionados con la música o la lengua.

Sin embargo, el éxito de la orden murió a mediados del siglo XVIII, cuando los conflictos políticos de la vieja Europa y la lucha insaciable por el poder entre la Iglesia católica y los gobiernos de Francia, España y Portugal, condujeron finalmente al rey Carlos III, a ordenar la disolución de las misiones en 1767.

Olvidada por el mundo durante más de dos siglos, la historia de estos territorios cautivó al público cuando la película La misión, ganadora de la Palma de Oro, en 1986, narró de forma espectacular los últimos días de los sacerdotes jesuitas de la región. Y, de hecho, el creciente interés por esta colaboración única entre la orden misionera y la cultura chiquitana en Bolivia llevó a la UNESCO a declararla Patrimonio de la Humanidad, en 1991.

Actualmente, y gracias a más de 25 años de obras de restauración, las antiguas iglesias misioneras han sido restauradas hasta el punto de recuperar su original esplendor.

El punto final de hoy será llegar a Concepción. De camino, pero pasaremos por diversas localidades y podremos apreciar los magníficos paisajes de los parques naturales por los que pasamos. Además, pararemos en la Misión de San Javier, la misión jesuítica más antigua, establecida en 1691 y donde se fundó la primera escuela de música de la región. Haremos una visita de esta población dedicada a la agricultura y ganadería para conocer la Misión y su iglesia.

Después de comer en un restaurante, seguiremos hacia Concepción, donde nos alojaremos esta noche. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel. Dedicaremos la mañana, a Concepción, un pueblecito fundado por los Jesuitas en 1709, que todavía conserva la simplicidad y la tranquilidad de tiempos pasados. Conoceremos su historia y visitaremos la iglesia, construida entre 1752 y 1756, así como el taller de restauración de objetos religiosos donde se pueden apreciar reliquias de la época.

Después de comer, si el clima lo permite, podremos visitar la Laguna Sapocó, donde se encuentra la toma del mismo nombre, y quien lo desee podrá nadar en sus aguas cristalinas hasta la hora convenida, cuando nos trasladaremos de nuevo hacia Santa Cruz de la Sierra. Cena en un restaurante y alojamiento.

Después de desayunar, saldremos hacia el aeropuerto para volar hasta la localidad de Sucre, la capital del departamento de Chuquisaca. Al aterrizar, encontraremos nuestro guía local e iremos a comer a un restaurante local.

Sucre, declarada Patrimonio de la Humanidad y situada a 2790 metros sobre el nivel del mar, es la ciudad más bonita y elegante de Bolivia, además de ser el corazón simbólico de la nación, ya que es aquí donde se proclamó la independencia, y pese a que la sede del Gobierno y del Tesoro se localizan en la Paz, la constitución reconoce a Sucre como la capital del país. Se trata de una ciudad admirable que conserva todavía un rico patrimonio arquitectónico colonial, con espléndidas construcciones engalanadas con bellos patios.

Después del almuerzo, saldremos hacia el mirador de la Recoleta en la plaza Pedro de Anzures, donde disfrutaremos de la vista panorámica de la ciudad.

A continuación, visitaremos el Museo de Arte Textil Indígena de la Fundación ASUR, un espacio que nos permitirá conocer en profundidad los tejidos de los pueblos indígenas locales de Jalqa y Tarabuco, sin duda alguna, una exposición fascinante que nos permitirá redescubrir prácticas textiles ancestrales y olvidadas, confecciones étnicas bien complejas, que son el orgullo de estas comunidades.

También visitaremos el Convento de San Felipe Neri, construido en el siglo XVII, donde podremos subir hasta el campanario para captar las magníficas vistas, que hacen que Sucre, sea conocida como la ciudad blanca de las Américas.

Posteriormente, haremos un agradable paseo por la plaza principal donde se encuentra la Catedral, la Casa de la Libertad, la Alcaldía y la Jefatura. Entre los edificios mencionados, cabe remarcar, que la Casa de la Libertad, fue construida en el año 1700 por una misión jesuítica, y que desde entonces ha vivido una larga historia, siendo el punto donde se proclamó la independencia de Bolivia, el 9 de febrero de 1825.

Por último, visitaremos el Parque Bolívar y su laguna artificial antes de dirigirnos hacia el hotel. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y partida hacia Potosí. Es bien conocido, que los conquistadores nunca encontraron El Dorado, la legendaria ciudad del oro, pero sí tuvieron a su alcance la villa de Potosí y la colina Rico, rica en plata. De hecho, el origen de la ciudad data del año 1545, justo después del descubrimiento del yacimiento de plata, fuente inagotable de financiación económica por el crecimiento y desarrollo del Imperio español.

Durante los años de bonanza, cuando el mineral parecía inagotable, Potosí se convirtió en la mayor y rica urbe de las Américas. Conocida también como la Villa Imperial de Carlos V, la ciudad situada a 4070 metros de altura, es actualmente una ciudad colonial llena de historia que ofrece a sus visitantes una perspectiva diferente sobre la historia y la leyenda colonial, siendo la primera ciudad boliviana al declararse, en 1987 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Hoy pararemos en la antigua Casa Real de la Moneda, construida entre los años 1753 y 1773, una institución de gran importancia que jugó un papel clave en el desarrollo de la colonia y donde podremos ver el museo que ofrece varias galerías dedicadas al arte, la pintura y la historia. También podremos ver los hornos donde se fundía el mineral y la maquinaria empleada para acuñar valiosas monedas.

Posteriormente, seguiremos hacia la plaza 10 de noviembre, la cual nos brindará una valiosa vista del Turó Rico con sus 4800 metros de altura, además de poder observar algunas de las principales instituciones históricas y la iglesia mayor de la ciudad.

Después de comer, saldremos en dirección a región de Uyuni para llegar, por la noche, a la localidad de Colchani. Cena en el hotel y alojamiento.

Después de varios días de viaje, nos encontraremos ya en la región del Sur del Altiplano, un lugar apasionante protagonizado por la geografía agreste, a veces, casi primitiva, que seguro cautivará nuestros sentidos, con los majestuosos picos volcánicos y los kilómetros y kilómetros de paisajes desérticos y misteriosos que no podemos perdernos. Por eso, ¡dedicaremos los próximos tres días a descubrir esta región!

Después de desayunar, saldremos en ruta para visitar el insólito cementerio de trenes de Uyuni, una estación de trenes fantasma, donde todavía perduran las máquinas que no llegarán a destino, los vagones destartalados y los esqueletos de las antiguas locomotoras, que en tiempos remotos fueron las protagonistas de grandes historias y de grandes viajes. Y es que hacia 1890, aquí se inauguró la primera línea de ferrocarril que unía Bolivia con Chile, siendo pionera en el transporte ferroviario de mercancías, oro, plata y otros minerales entre ambos países. ¡Quién lo diría!

También visitaremos el pueblo y la iglesia de San Cristóbal, considerada como una de las más antiguas del país.

A continuación, seguiremos en vehículo 4x4x, para realizar un recorrido que nos llevará de una maravilla a otra, cada una más impresionante que la anterior. En ruta, pararemos en la desconocida laguna Turquiri, situada a 4261 metros, llamada también como la laguna negra y habitada por patos endémicos de pluma oscura. Pararemos para disfrutar de este paisaje espectacular que dejará sin aliento, un lugar donde la naturaleza es la protagonista y que, se nos presentará como un paraje extravagante, donde las plantas parecen rocas y donde las rocas parecen esculturas.

Hoy disfrutaremos de un almuerzo picnic durante la excursión.

Posteriormente, saldremos a visitar las conocidas Joyas Altoandinas, un área que debe su nombre a las magníficas y cautivadoras lagunas que están diseminadas a lo largo de la región. Situadas entre 4000 y 4200 metros, estas lagunas perfilan paisajes de ensueño, llenos de belleza y serenidad y uno de los retratos más bellos de Bolivia. Las lagunas Cañapa, Hedionda, Chiarkota, Honda y Ramadita presentan matices de distintos colores. ¡Hoy le aseguramos que su cámara sacará humo!

En último lugar, saldremos hacia el Paso del León, una garganta de color ocre y beige donde las formaciones geológicas permiten el crecimiento de la yareta, una planta endémica de la meseta.

Por la noche, llegaremos al Desierto de Siloli donde nos alojaremos esta noche. Cena en el hotel y alojamiento.

Desayuno y salida para seguir conociendo los tesoros paisajísticos que Bolivia nos muestra. Saldremos temprano, hacia la Reserva Eduardo Avaroa, situada en la región del Sur de Lípez, un área que constituye una de las más importantes atracciones turísticas naturales del país por sus paisajes que recuerdan a otro mundo, con desiertos áridos y lagunas de colores, que se ha convertido con el tiempo en uno de los destinos más emblemáticos, encantadores y impresionantes de Bolivia.

En ruta, entraremos en el desierto del Siloli, un territorio árido de ráfagas heladas de viento que nos mostrará un fondo puro, decorado con unas magníficas estructuras geológicas. Entre ellas se encuentra el Árbol de Piedra, una formación volcánica natural moldeada por la fuerte erosión, que se convirtió en uno de los puntos importantes del recorrido gracias a su misteriosa y fascinante aparición.

Seguiremos en marcha hacia Sol de Mañana, ubicado a 4850 metros de altitud, uno de los puntos más elevados de este viaje. El sitio presenta una importante actividad volcánica que incluye géiseres y fumarolas, resultado de una brecha en la corteza del planeta que hace que los gases sulfurosos suban. Debido a sus propiedades geotérmicas, se considera como un futuro sitio para la producción de electricidad renovable para todo el país.

Seguidamente, continuaremos hacia la región del Salar de Chalviri donde descubriremos las aguas termales de Polques donde tendremos la posibilidad, si el tiempo lo permite, aprovechar las propiedades curativas del lugar disfrutando de un baño a cielo abierto a 4000 metros de altitud.

Después continuaremos hacia el Desierto de Dalí, ubicado a 4660 metros de altitud. Dado que este espacio tiene varias tonalidades de rojo a lo largo de su paisaje, lo nombraron con este nombre en conmemoración a las obras del famoso pintor catalán.

También pararemos en la Laguna Verde, que tiene una superficie total de 17 km2. Su apariencia fluorescente se debe a la alta concentración de magnesio de las rocas de alrededor, lo que acentúa los contrastes de colores entre la laguna y las montañas.

Realizaremos un almuerzo picnic durante la excursión y saldremos en dirección a la famosa laguna Colorada. Un lago multicolor donde predominan los tonos rojizos por la presencia de varios tipos de algas rojas, que alimentan a unos 30.000 flamencos protegidos en este parque nacional. La impresionante vista de la laguna y sus flamencos se complementa con el volcán Ollagüe al fondo.

Antes de dirigirnos hacia el hotel, realizaremos una última parada en el mirador del volcán Ollagüe para contemplar la vista espectacular del famoso volcán que culmina a 5.868 metros de altitud, uno de los más altos de la frontera volcánica entre Chile y Bolivia.

Después de un día lleno de emocionantes aventuras, ya será hora de trasladarnos a San Pedro de Quemez donde pernoctaremos hoy. Cena en el hotel y alojamiento.

Desayuno y salida hacia la increíble Cueva de las Galaxias, descubierta recientemente en 2003, un lugar espectacular que te llevará a vivir una aventura espacial en las fosas de un planeta lunar, ya que podremos ver peculiares formaciones geológicas de piedra caliza, originada hace casi 225 millones de años por el contacto entre la lava volcánica y lo que una vez fue un mar interior, el Salar de Uyuni.

Seguiremos en ruta con nuestros vehículos 4×4 para llegar hasta el magnífico Salar de Uyuni. En tiempos prehistóricos, el Salar de Uyuni era parte de un lago salado, el lago Minchin, que comprendía la mayor parte del suroeste boliviano. Con más de 12.000 km2 es considerado el desierto salado más grande del mundo. Recorreremos la inmensidad insondable del Salar de Uyuni a medida que nos vamos adentrando paulatinamente en sus paisajes puros y únicos.

Nosotros viajaremos en la época de lluvias, para poder presenciar hoy, en el Salar de Uyuni, un espectáculo único en el mundo que nos erizará la piel. Y es que, cuando esta laguna está cubierta de agua, la superficie refleja perfectamente las nubes y el cielo azul de la meseta, haciendo que el horizonte se desvanezca como un espejo, al tiempo que crea una imagen surrealista y mágica que recordaremos de por vida!

Después de comer, nos trasladaremos a Colchani. Cena en el hotel y alojamiento.

Desayuno en el hotel. Traslado al aeropuerto de Uyuni para tomar un vuelo interno hacia La Paz. Al aterrizar y una vez hayamos recogido el equipaje, nos encontraremos con nuestro guía para trasladarnos al centro de la ciudad. Almuerzo en un restaurante.

Por la tarde, nos quedaremos en la ciudad de La Paz, considerada una de Las 7 ciudades maravilla del mundo, una urbe impresionante que se extiende en una cuenca natural que desciende desde la meseta hacia los altos valles de los Andes. La vertiginosa diferencia de altitud entre los distintos barrios de la ciudad es una maravilla arquitectónica, que ofrece a los visitantes una vista excepcional de esta explosión urbana, que va desde los 4.000 a los 3.200 metros de altitud.

Hoy tomaremos el teleférico para ascender hasta el punto conocido como El Alto, situado a más de 4000 metros de altura, un mirador único para captar la impactante y excepcional vista panorámica de esta gran urbe que nos dejará boquiabiertos.

Acabada la actividad, nos dirigiremos hacia el hotel. Cena en un restaurante local y alojamiento.

Desayuno en el hotel y traslado hacia las ruinas de Tiwanaku o Tihuanaco, un lugar donde los apasionados de la historia gozarán sumergiéndose en los mitos y valores de esta civilización perdida. Conoceremos este sitio ceremonial, para descubrir algo más sobre esta cultura preincaica y misteriosa, que todavía está en estudio.

Tiwanaku está considerada la cuna de la Civilización Andina, donde encontraremos los restos de una gran civilización, desarrollada en un entorno rural. Los antiguos templos y palacios demuestran un dominio impresionante en cuanto a arquitectura, ingeniería y astronomía. De hecho, durante su auge, esta ciudad era la capital religiosa de un Estado que alcanzó los 600.000 km2. Sin embargo, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por su importancia histórica en la evolución cultural del hombre americano y andino, en particular.

En realidad, poco se sabe del pueblo que construyó este lugar a orillas del lago Titicaca hace más de mil años. Sin embargo, se han observado rastros de su influencia por toda la región que más tarde se convertiría en el imperio inca.

Visitaremos primeramente el museo donde se expone una bella colección de piezas encontradas en las diversas excavaciones y posteriormente, veremos algunas de las ruinas más destacadas como la Pirámide de Akapana, el Templo de Kalasasaya con la Puerta del Sol y los monolitos del su interior o el Templo Semisubterráneo donde podremos apreciar numerosos rostros cortados en la piedra.

Después de comer en un restaurante, saldremos en dirección a Copacabana. De camino, atravesaremos en lancha el Estrecho de Tiquina en el lago de Titicaca.

Copacabana (Kota Kawana en aimara), que significa vista del lago, es considerado el santuario católico más importante del país. Se trata de una ciudad con mucha historia, un sitio que fue venerado como una región ceremonial y que ahora es un santuario religioso, un punto que representa el sincretismo de las antiguas tradiciones y el colonialismo.

Al llegar nos acomodaremos en el hotel. Cena en un restaurante y alojamiento.

Desayunaremos en el hotel y tomaremos una lancha de motor para cruzar las aguas azules del Lago Titicaca para ir a la isla del Sol, considerada la cuna de los Incas. Hasta la llegada de los españoles, la isla fue un lugar sagrado por los Incas y otras civilizaciones andinas donde construían templos adorando a sus dioses. Visitaremos Pilkokaina (lugar donde descansa el pájaro), un sitio arqueológico con restos de un antiguo palacio inca. También realizaremos una visita a la fuente sagrada de las Tres Aguas, nombrada popularmente como la fuente de la juventud.

Almorzaremos en un restaurante y a continuación volveremos a tomar la lancha para navegar hacia la Isla de la Luna, donde visitaremos las ruinas de Iñak Uyu, un antiguo templo inca, también conocido popularmente como el Palacio de Las Vírgenes, ya que antiguamente estaba ocupado sólo por mujeres de la noble casta de los incas, que se dedicaron a la artesanía ya los ceremoniales.

Acabadas las visitas, devolveremos con la lancha a motor en Copacabana. A continuación, nos dirigiremos a la ciudad de La Paz.

Cenaremos en un restaurante local y nos alojaremos en el hotel de La Paz.

Desayuno en el hotel. Esta mañana visitaremos La Paz, una ciudad construida en un valle, protegida por la gran cordillera de los Andes, y supervisada por el majestuoso Illimani como telón de fondo.

Saldremos hacia la plaza Murillo, el corazón de la ciudad y donde se alojan tres de los monumentos más importantes de la ciudad: el palacio del gobierno, el palacio Legislativo y la catedral Nuestra Señora de La Paz. Visitaremos el mercado de Las Brujas, donde encontraremos artefactos ceremoniales para rituales y figuras artesanales. Éste será un lugar perfecto para comprar artesanías como ropa, chullos (sombreros aimares), bufandas y guantes decorados con Aguayo (tela con patrones geométricos andinos).

Continuaremos hacia la iglesia de San Francisco construida en 1547 por esclavos indígenas aimares y después de recorrer el centro de la ciudad iremos a comer a un restaurante local.

Después de comer, pondremos rumbo hacia el valle de la Luna. Recibe el nombre debido a la visita del astronauta Neil Armstrong en 1969. Iniciaremos un pequeño tramo a pie para admirar el valle y sus paisajes místicos. Debido a la erosión de muchos años, este sitio tiene una tierra irregular con abundancia de agujeros que cubren todo el territorio. Durante el trayecto podremos andar por los diferentes ángulos del valle y observaremos las increíbles ilusiones ópticas que hacen los contrastes de los pilares de arcilla, que contienen diferentes minerales.

Volveremos a la Paz, donde cenaremos en un restaurante local. Alojamiento.

A la hora convenida traslado al aeropuerto de La Paz para volar a casa vía dos ciudades de enlace. Noche y comidas a bordo.

A la llegada y después de recoger los equipajes, el autocar del Club del Viatger nos llevará de retorno a los mismos puntos del primer día.