China Clásica

Salida desde los diversos puntos de recogida hacia el aeropuerto de Barcelona para volar a Beijing. Noche y comidas a bordo.

Beijing es actualmente, una gigantesca aglomeración urbana que intenta parecerse cada vez más a las otras grandes y prestigiosas capitales asiáticas. Y a pesar de su gran extensión horizontal propia de una megalópolis y la nueva dimensión vertical que permite vivir y trabajar a millones de personas, Beijing aún conserva tesoros arquitectónicos y artísticos de gran importancia, fruto de su protagonismo histórico, político y cultural.

Aterrizaremos en Beijing muy temprano por la mañana y una vez hayamos pasado los trámites de inmigración y recogido el equipaje, nos trasladaremos hacia el hotel donde tendremos un rato para refrescarnos, desayunar y descansar un poco.

Posteriormente, a la hora convenida, saldremos a comer y por la tarde, empezaremos a descubrir la ciudad.

Visitaremos el Templo del Cielo, el lugar donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing veneraban al cielo y peleaban por las buenas cosechas y nos acercaremos hasta el Parque, donde podremos ver a muchos chinos haciendo todo tipo de ejercicios, jugando y cantando espontáneamente.

A continuación, nos acercaremos a la calle Qianmen que se empezó a construir hace unos 570 años. Históricamente, durante la dinastía Ming, período que va entre los años 1368 y 1644, la calle estaba salpicada por salas de clanes construidas por diferentes localidades, que proporcionaban vivienda a los ciudadanos que tenían la intención de participar en los exámenes imperiales o hacer negocios con los funcionarios de la corte imperial.

Posteriormente, este lugar se hizo aún más próspero durante la dinastía Qing, período fechado entre 1644 y 1911, con el surgimiento de varias salas de ópera, casas de té e incluso un distrito de luz roja, que adquirió su máximo apogeo en los años 1920 y 1930.

Cenamos en un restaurante local y alojamiento en Beijing.

Desayuno en el hotel y salida para visitar a lo largo de la mañana, la Plaza de Tian’anmen, conocida mundialmente por ser la plaza más grande del mundo. El edificio más importante de la plaza, del que toma su nombre, es la Puerta de Tian’anmen, ubicada al norte y que da acceso a la Ciudad Prohibida.

Antes de llegar a la plaza podremos contemplar el Gran Teatro Nacional de China.

Después visitaremos la Ciudad Prohibida, el majestuoso complejo arquitectónico desde el que gobernaron los 24 emperadores chinos que se sucedieron durante más de quinientos años desde principios del siglo XV. El palacio y sus dependencias estuvieron reservadas a la corte y sus súbditos, entre los años 1420 y 1912, motivo por el cual se le llama Ciudad Prohibida.

Subiremos también hasta el Parque Jingshan, también conocido con el nombre de Colina del Carbón, uno de los jardines imperiales mejor conservados de la ciudad desde donde se tienen unas vistas espectaculares de la Ciudad Prohibida.

A continuación, iremos hasta el famoso Mercado de la Seda, donde podremos adquirir toda clase de productos, especialmente imitaciones.

Hoy almorzaremos en un restaurante local y cenamos en un restaurante o en el hotel. Alojamiento en Beijing.

Habiendo desmoronado, nos trasladaremos hacia el Templo de los Lamas, un precioso templo de estilo tibetano, donde en el quinto palacio encontraremos una figura gigante de Maitreia, el buda del futuro, considerado el monumento de madera de sándalo más grande del mundo, tal y como se recoge en el libro Guinness.

A continuación, haremos un recorrido panorámico por la Zona Olímpica. Con motivo de las Olimpiadas de 2008, los mejores arquitectos participaron en la construcción de esta área que con el paso del tiempo se ha convertido en una zona residencial y el pulmón verde de la capital. Aquí podremos ver el futurista Estadio, también llamado Nido de Pájaros, porque los entrelazados de las vigas de acero que lo sostienen recuerdan la construcción de un nido. Y también admiraremos, el edificio llamado Cubo de Agua, construido con un material innovador que compone «burbujas de agua», los cuales regulan y mantienen constante la temperatura del interior.

Después de comer, nos dirigiremos hasta la Gran Muralla, el monumento más característico de China y uno de los más espectaculares del mundo. Esta posee una longitud de 3.000 km, que empieza en el paso de Shanghai, en la costa oriental, y finaliza en el paso de Jiayu, en el desierto de Gobi.

Históricamente, la antigua fortificación china fue construida y reconstruida entre el siglo V a.C. y el siglo XVI con la finalidad de proteger la frontera norte del imperio chino de los ataques de los nómadas chino de Mongolia y Manchuria. Hoy visitaremos el tramo llamado Mutianyu. Para subir, utilizaremos un teleférico y una vez acabada la visita, podremos bajar de nuevo con el teleférico o deslizar por un tobogán.

Finalizada la visita, volvemos a Beijing. Cena y alojamiento.

Después de desayunar y a la hora indicada, nos trasladaremos hasta la estación de tren para tomar el tren rápido que nos llevará hasta la ciudad de Pingyao.

Pingyao es la ciudad antigua amurallada mejor conservada de China, la cual mantiene intacta su seductora arquitectura donde destacan las callejuelas con farolas rojas, las siluetas nocturnas de murallas imponentes, elegantes casas con patio, torres antiguas que se alzan hacia el cielo y numerosos templos.

Una vez hayamos llegado a la ciudad nos trasladaremos hacia el hotel. Cena y alojamiento.

Habiendo desayunado comenzaremos con la visita de Pingyao una antigua ciudad comercial que alcanza su máximo apogeo a lo largo de periodo Qing, cuando los comerciantes crearon los primeros bancos y cheques del país para facilitar la circulación de la moneda. A lo largo de la historia, la ciudad se desligó de las remodelaciones urbanas de la época comunista, y es por ello, que aún restan unas cuatro mil residencias Ming y Qing dentro de las murallas.

Hoy, dedicaremos la mañana a conocer la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, la cual fue fundada en el siglo XIV y que cuenta con un gran valor histórico y arquitectónico. Veremos la Muralla, el Ayuntamiento antiguo y el primer Banco de China.

Habiendo dinamizado, nos trasladaremos de nuevo hacia la estación para tomar un nuevo tren rápido que nos llevará hasta Xi’an.

Al llegar, traslado hasta el hotel. Cena y alojamiento.

Xi’an ocurrió en tiempos pasados en el antiguo final de la Ruta de la Seda, atrayendo así a numerosos emperadores, nobles, poetas, monjes, mercaderes y guerreros, quienes conformaron un núcleo cultural y religioso importante de la época. Aunque, los días de gloria acabaron a principios del s. X, la esencia de la ciudad antigua, aún perdura en la bulliciosa ciudad moderna.

Después de desayunar nos trasladaremos hacia las afueras de la ciudad para visitar el Museo de los Guerreros de Terracota, uno de los lugares más visitado de Xi’an y también uno de los yacimientos arqueológicos más famosos del país. Descubierto en 1974 durante unas obras para el abastecimiento de aguas de regadío cerca de Xi’an, el conjunto es considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1987.

De hecho, este ejército subterráneo formado por miles de guerreros de tamaño natural ha custodiado en silencio la tumba de Qin Shi Huang, el primer emperador de China, perteneciente a la dinastía Qin durante más de dos milenios. O bien tenía miedo de los espíritus del más allá, o tal y como opinan la mayoría de arqueólogos, confiaba en seguir gobernando después de muerto. Sea cual sea la causa, los guerreros de su tumba constituyen una herramienta de valor extraordinario para entender el mundo de la China Antigua.

A continuación, después de comer, visitaremos la muralla de Xi’an, una de las mejor conservadas del país. Construida durante la dinastía Ming, entre 1374 y 1378, sobre la antigua ciudad Prohibida de los Tang. Actualmente, la totalidad de la muralla continúa intacta y, por tanto, es objeto de estudio por ser un claro ejemplo de las técnicas militares antiguas. Tiene forma rectangular y una longitud aproximada de 14 kilómetros, con una altura de 12 metros y una anchura que oscila entre los 15 y los 18 metros. Alrededor de toda la muralla hay torres de vigilancia y varias edificaciones defensivas.

Finalmente, visitaremos el Barrio Musulmán y la Gran Mezquita, que data del año 742, y es un buen ejemplo de la fusión entre los estilos arquitectónicos chinos y musulmanes.

Cena y alojamiento en Xi’an.

Desayuno en el hotel y a la hora convenida salida hacia el aeropuerto de Xi’an para facturar maletas y tomar el vuelo que nos llevará hasta la popular ciudad de Chengdu, la moderna capital de la provincia de Sichuan, que nos permitirá descubrir los tesoros de la región con pueblos pintorescos, un antiquísimo Buda y numerosos bosques de bambú.

Al llegar, nos dirigiremos hasta el hotel para dejar los equipajes e iniciar las visitas que nos llevarán a dar un paseo por el famoso Parque del Pueblo y a la antigua calle comercial de Jinli donde tendremos un poco de tiempo libre para hacer algunas compras.

Regreso al hotel, cena y alojamiento.

Desayuno buffet y bien temprano, emprenderemos el camino que nos llevará a visitar el Centro de Investigación y Protección del Panda Gigante, uno de los centros más importantes de Sichuan.

En sus recintos viven aproximadamente un centenar de pandas gigantes y una seguidilla de pandas rojas y como podéis imaginar, el objetivo de la organización es la de incrementar el número de ejemplares de esta especie. Nosotros haremos la visita por la mañana, cuando generalmente los pandas están más activos.

A continuación, nos dirigiremos hacia Leshan, el pueblo que custodia el Buda antiguo más grande del mundo, cortado hace unos mil doscientos años sobre una pared rocosa situada frente a la confluencia de tres ríos. El monje budista Haitong concibió la obra en el año 713 d.C., con la esperanza de que el Buda produciera los barcos y apaciguara las traidoras corrientes del río.

La obra no se acabó hasta noventa años después de su muerte, pero todo parece indicar que al final las aguas obedecieron volviéndose más mansas. Por un lado, los más creyentes atribuyen el mérito a Buda, mientras que, los más escépticos, apuntan a que el volumen de piedras depositadas a lo largo de la construcción hizo variar el curso de los ríos, alterando las corrientes.

En todo caso, las dimensiones del Buda son realmente colosales: 71 metros de alto, hombros de 28 m de ancho y dedos de los pies que llegan a los 8,5 m de largo!

Almorzaremos en ruta y finalizadas todas las visitas del día, volveremos a Chengdu. Cena y alojamiento.

Después de desayunar y a la hora indicada, nos trasladaremos hasta la estación de tren para tomar el tren rápido que nos llevará hasta la ciudad de Guilin.

Guilin es la ciudad más importante de Guanxí, una región autónoma dedicada mayoritariamente a la agricultura de la caña de azúcar, arroz y frutas tropicales, donde más de un tercio de su población pertenece a la etnia Zhuang, la más numerosa de las etnias minoritarias del país.

Como toda la región, Guilin está situada en medio de un caos geológico, formado por un manto calcáro antiquísimo que alterna montañas, altas cumbres, ríos y colinas. Este espléndido paisaje ha hecho de Guilin una ciudad encumbrada, que atrae a los visitantes desde tiempos inmemoriales, con sus arrozales y numerosas montañas imborraadas que parecen proteger esta bella ciudad, conocida como la perla de China.

El panorama que nos ofrece Guilin es un espectáculo extraordinario y único en el mundo; ha sido fuente de inspiración para grandes pintores y poetas y, aún hoy provoca en quien la visita sensaciones inolvidables.

Llegada a Guilin, traslado al hotel y almuerzo en ruta.

Por la tarde, realizaremos un paseo a pie por la orilla del río Li y visitaremos las Pagodas del Sol y la Luna, dos elegantes construcciones que embellecen el paisaje del lago Shan. La primera destaca con sus 41 metros de altura mientras que la segunda nos sorprenderá con su forma octogonal de siete plantas.

Regreso al hotel. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con maletas hacia la población de Yangshuo, uno de los lugares más conocidos del Sur de China, situada a orillas de los ríos Yulong y Li y rodeada de un bello paisaje de peñascos de roca caliza y bosques de bambú que engloban sin lugar a dudas, uno de los más impresionantes y majestuosos del país.

Hoy haremos un paseo en una embarcación de bambú por el río Li desde donde podremos admirar los surrealistas y místicos paisajes de sueño, a la vez que nos permitirá disfrutar de la vida local a orillas del río.

También visitaremos alguno de los pueblos vecinos, como Xinping, una población con 1750 años de antigüedad o Fuli y sus mercados locales.

Almuerzo en ruta y terminadas las visitas, ya será hora de volver hacia Yangshuo donde pernoctaremos esta noche. Cena y alojamiento.

A la hora indicada, nos trasladaremos hacia el aeropuerto de Guilin para coger el vuelo que nos llevará hasta Shanghai.

Aunque le faltan palacios imperiales, fastuosos templos o monumentales jardines, se puede decir que Shanghai es completamente diferente del resto de las grandes ciudades chinas. Posee un encanto especial, gracias a esta mezcla única de colores y sabores impropios del resto del país, donde grandes edificios ochocentistas de estilo europeo se entremezclan con barrios chinos laberínticos, mientras que el presente y el futuro se materializan en forma de imponentes escalones que crecen a un ritmo vertiginoso.

Esta ciudad de provincias se convirtió en una gran urbe a mediados del siglo XIX y hoy, se puede decir que se ha convertido en una de las ciudades más grandes y dinámicas del país, que ejemplifica la China moderna. Es la primera ciudad comercial y financiera del país, el primer puerto a nivel mundial y, probablemente en los próximos años, se convierta en la gran capital económica de Asia.

Al llegar, nos trasladaremos hasta el hotel para comenzar posteriormente con la visita de esta extraordinaria ciudad.

Nos dirigiremos hasta la zona del Bund, que es el nombre que dieron los británicos en la zona del dique de la ciudad de Shanghai. Se trata de una zona de edificios históricos situados a orillas del río Huangpu.

Por la noche disfrutaremos de un crucero nocturno por el río Huangpu para poder admirar esta extraordinaria ciudad desde un punto de vista diferente.

Al acabar, cenamos en un restaurante y volveremos al hotel.

Después de desayunar continuaremos con las visitas de esta ciudad vibrante y llena de vida.

Primeramente, nos dirigiremos al distrito de Xujiahui donde visitaremos el Templo Longhua, el templo más antiguo de la ciudad y el mejor ejemplo de arquitectura budista con una historia de más de mil años.

A continuación, entraremos en la preciosa Biblioteca de Xujiahui y además, visitaremos la Catedral de Sant Ignasi, cuya construcción está relacionada con Xu Guangqi, un estadista de renombre de la dinastía Qing, quien inició extender el catolicismo en la región sur de China. Esta catedral abrió al público en 1910 y en aquella época era conocida como la Catedral más grande del Extremo Oriente, destacando tanto por su grandiosidad como por su belleza.

Para terminar, pararemos en el Jardín de mandarín de Yuyuan. Este jardín está en la zona antigua de Shanghai, donde hay muchas pequeñas tiendas con todo tipo de recuerdos y simpáticos callejones.

Después de desayunar nos trasladaremos hasta el pueblo antiguo de Zhujiajiao, conocido como la Venecia de Oriente. Es uno de los lugares más pintorescos de la provincia y haremos un paseo a pie por sus antiguas calles para ver algunas de los puentes y canales ancestrales que atraviesan la ciudad.

Habiendo dinamitado, seguiremos descubriendo esta joya de la arquitectura china, recorriendo los puntos más emblemáticos de la ciudad.

Finalizada la visita, volveremos a Shanghai y por la noche, saldremos juntos para disfrutar de una cena de despedida. Vuelta al hotel y alojamiento.

Desayuno en el hotel y dedicaremos la última mañana a visitar Tian Zi Fang, el antiguo barrio ubicado en el área de la Concesión Francesa característico por sus callejuratos laberínticos y que se ha convertido en un enclave conocido por las pequeñas tiendas de artesanías, galerías de arte, cafeterías y restaurantes.

Después de comer en un restaurante, todavía tendremos un rato libre para hacer unas últimas compras antes de dirigirnos, hacia el aeropuerto para facturar las maletas y volar hasta Barcelona. Noche y comidas a bordo.

A la llegada, el autocar del Club del Viatger nos llevará a los mismos puntos de recogida del primer día.