Este de Canadá y las cascadas del Niágara

A primera hora de la mañana saldremos en autocar desde los diversos puntos de recogida hacia el aeropuerto de Barcelona para volar a Toronto donde, debido a la diferencia horaria, llegaremos el mismo día.

Una vez lleguemos nuestro autocar y guía local nos vendrán a buscar y nos trasladarán a nuestro hotel al centro de la ciudad donde nos alojaremos las dos noches entrantes. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y visita de Toronto, considerada, la ciudad multicultural por excelencia del país, formada por numerosos barrios residenciales donde se han establecido varias comunidades, con sus correspondientes negocios, restaurantes y formas de vida bien diferenciados. Y es que, de hecho, en pocos kilómetros podemos ir desde el barrio griego al portugués, pasando por Chinatown, Little Italy o el barrio coreano.

Aunque la capital del país es la vecina Ottawa, esta ciudad es la más importante del país en el ámbito poblacional y económico, y ofrece a sus habitantes un estilo de vida animado y cosmopolita.

Hoy realizamos una visita panorámica que nos llevará a conocer esta ciudad, que fue fundada en 1750 por colonos franceses y, que se desarrolló durante el siglo XIX atrayendo inmigrantes europeos y también americanos. Almuerzo en ruta.

Actualmente, la ciudad nos ofrecerá un mosaico urbano ecléctico, caracterizado por sus grandes escalones en el centro de la ciudad, pero también por los edificios históricos que aún se conservan y sus grandes parques. Conoceremos los graderíos de su distrito financiero, el estadio Skydome, el barrio chino, su histórico puerto y la torre CN de 553 metros de altitud. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con maletas para adentrarnos en la pintoresca y encantadora región conocida afectuosamente como el país rural de Canadá.

Llegaremos hasta Huntsville o Granvenhurst lugares que nos abrirán sus puertas en el conocido Parque Provincial de Algonquin, uno de los parques naturales más apreciados del país. Es considerado como Patrimonio Histórico Nacional y su extensión protegida ocupa más de 7.500 km², una superficie similar a la cuarta parte de un país como Bélgica.

Para conocerlo, embarcaremos en un barco de vapor que nos llevará a hacer un crucero de dos horas de duración aproximada por el lago Muskoka, desde donde podremos disfrutar de las costas escarpadas, mostrándonos vistas espectaculares de pequeñas isletas y grandes fincas situadas cerca del lago.

Almuerzo en ruta. Acabadas las visitas será hora de dirigirnos hacia el hotel donde nos alojaremos esta noche. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con maletas. Hoy será un día relajado, pero emocionante, adentrándonos en una mera aventura que nos llevará finalmente hasta Ottawa.

Realizaremos una ruta escénica con varias paradas donde haremos cortos paseos que nos permitirán admirar la inigualable belleza del Parque Algonquin, el cual cuenta con fantásticos paisajes, bosques de aurinegros, crestas rocosas y miles de lagos. En esta ocasión, lo visitaremos en otoño, para disfrutar de los merecidos colores que la naturaleza nos brinda, con su amplia paleta de tonalidades rojices, anaranjadas y amarillentas.

Almuerzo en ruta.

Por la tarde, llegaremos a la ciudad de Ottawa, donde nos alojaremos dos noches. Considerada como una de las capitales más bonitas del mundo, es conocida por su arquitectura, así como sus parques y espacios verdes.

Después de acomodarnos en nuestras habitaciones, dispondremos de un rato libre para descansar, hacer algunas compras o disfrutar de un primer paseo por la ciudad.

A la hora convenida nos encontraremos de nuevo para ir a cenar. Alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con el guía local para conocer esta emblemática ciudad, relativamente joven, que nació como un asentamiento a principios del siglo XIX y que fue creciendo paralelamente con la construcción del Canal Rideau a partir del año 1832. En ese momento era un pequeño pueblo carpintero llamado Bytown. Sin embargo, en 1855 cambió el nombre a Ottawa y dos años más tarde la Reina Victoria la eligió para ser la capital de Canadá.

Desde entonces, Ottawa es la capital de Canadá con una población que supera el millón de habitantes. Posee un legado patrimonial importante con numerosos monumentos emblemáticos, incluido el Canal Rideau, un lugar declarado Patrimonio la Humanidad y alberga numerosos espacios culturales con museos y galerías de arte.

Hoy haremos una visita panorámica para descubrir los más bellos lugares de la capital. Veremos sus edificios oficiales, pasaremos por delante del Parlamento canadiense, de arquitectura neogótica, veremos Sussex Drive, el lugar de residencia del Primer Ministro y del Gobernador General, el exterior de los grandes museos, llegaremos hasta el Canal Rideau y acabaremos en el barrio más animado y popular de Ottawa en torno al mercado Byward.

Comida y cena en restaurantes locales. Alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con maletas para dirigirnos hacia Quebec, donde pernoctaremos las dos noches próximas.

En ruta, pararemos en Montebello donde visitaremos el Parque Omega, un espacio que nos ofrece la oportunidad única para conocer y ver algunos de los animales salvajes, que viven en norteamérica.

Recorreremos aproximadamente unos 12 km de pista forestal que nos llevará a través de diversos ecosistemas, tales como, prados, bosques, lagos o montañas, donde con suerte podremos ver numerosos mamíferos, tales como, ciervos, zorros, bisontes, caribús y otros animales.

Almorzaremos en ruta y finalmente llegaremos a Quebec, una ciudad que destaca por su encanto particular y su estilo netamente europeo y único en el continente. Cena y alojamiento.

Habiendo desayunado, comenzaremos con la visita panorámica de Quebec. Fundada históricamente en 1608 por el explorador francés Samuel de Champlain, la ciudad cayó al cabo de un siglo en manos inglesas aunque, los franceses intentaron en repetidas ocasiones retomar su control.

A pesar de estas vicisitudes, la cultura francesa, sigue estando presente a través de su lengua, la gastronomía y la arquitectura. Hoy en día, las fortificaciones de Quebec que aún se conservan y que rodean el casco antiguo hacen que esta sea la única población amurallada de América del Norte.

A lo largo de la visita, conoceremos su centro histórico que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y nosotros lo descubriremos acercándonos hasta el castillo de Frontenac, hoy en día convertido en un hotel, el edificio del Parlamento, la ciudadela de estructura Vauban, sus murallas, la Plaza Royale o el pintoresco barrio de Petit-Champlain.

Almorzaremos en un restaurante local y por la tarde, nos dedicaremos a visitar otros puntos de interés situados en la periferia.

Primeramente, nos detendremos en las impresionantes Cascadas Montmorency, que con una altura vertiginosa de 83 metros, supera a la del Niágara. Este será un maravilloso espacio donde disfrutar de nuevo, de los colores del otoño y muy seguro, que nos ofrecerá un espectáculo magnífico.

A continuación, visitaremos el Cañón de Santa Ana, de mil millones de años de antigüedad, ubicado cerca de las cascadas de Montmorency. Aquí haremos un paseo en medio de un paisaje bucólico, entre senderos y puentes colgantes que nos permitirán admirar la belleza de esta espectacular garganta.

Finalmente, pararemos en la Basílica de Ste-Anne-de-Beaupré, uno de los santuarios más visitados de Canadá, que atrae a más de un millón de peregrinos cada año. Y aunque su origen se remonta al siglo XVII, la colosal basílica de dos torres que encontramos hoy en día, data del año 1923. Acabadas las visitas, volveremos a Quebec. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y salida con maletas hacia Montreal, un recorrido de unos 260 km lleno de belleza, donde nos encontraremos con el poderoso río San Lorenzo, que seguiremos a lo largo de la pintoresca autopista Chamin de Roy.

En ruta, pasaremos por numerosos pueblos históricos franco-canadienses hasta llegar a Montreal.

Almorzaremos en ruta y por la tarde visitaremos Montreal. Ésta, como tantas otras ciudades de Canadá, se fundó a partir del siglo XVII y durante buena parte de su historia fue víctima de los enfrentamientos entre las tropas coloniales francesas y británicas. Así que, no fue hasta el siglo XIX cuando la ciudad conoció su principal desarrollo con la Revolución Industrial y el importante recibimiento de inmigración europea a lo largo del siglo XIX.

Haremos una visita panorámica que nos llevará hasta el centro de la ciudad, deteniéndonos en la Catedral de Notre Dame, pasaremos por el barrio viejo de Montreal, la zona del puerto y el encantador barrio latino, además de ver el exterior del complejo olímpico, la Columna de Nelson y el Ayuntamiento.

¡Subiremos al mirador Kondiaronk Belvedere, que se encuentra en el parque del Mont-Royal, una montaña en medio de la ciudad y desde donde obtendremos una vista espectacular de la ciudad!

Cena en un restaurante local y alojamiento en nuestro hotel donde estaremos una noche.

Desayuno en el hotel y salida con maletas para dirigirnos hacia la bucólica región de las Mil Islas, conocida por su extraordinaria belleza. Las Mil Islas representan todo un archipiélago que se encuentra alrededor de los meandros formados por el río San Lorenzo. Cuenta con más de 1860 islas, algunas de las cuales tienen más de 100 km² y otras, en cambio, son tan pequeñas que solo albergan algunos pájaros migratorios.

Se trata de un lugar muy estimado por los locales y es por ello, que algunas de ellas son de propiedad privada acogiendo incluso, varias casas de veraneo. Nosotros descubriremos este bello paraje disfrutando de un pequeño crucero.

Después de comer en un restaurante, llegaremos finalmente al histórico pueblo de Kingston, en el pasado un pueblo nativo, una fortaleza francesa, una ciudadela británica y la capital de Canadá desde 1841 hasta 1844. Su ubicación estratégica donde el río San Lorenzo desemboca en el lago Ontario, contribuyó a su importancia comercial y militar. Desde el comercio de pieles hasta la construcción del Canal Rideau y la industria actual, Kingston sigue siendo una ciudad bulliciosa.

Cena y alojamiento en Kingston.

Desayuno en el hotel y salida con maletas hacia una de las joyas más sorprendentes de Canadá, las Cascadas del Niágara! El nombre de esta cascada proviene de los pueblos indios iroqueses que habitaban allí hace más de 500 años, que la llamaron Ongniaahra. Las cascadas del Niágara son las que llevan más caudal de todo el continente norteamericano y son famosas por su gran extensión y distribución en diferentes y bellos saltos de agua.

Almuerzo en ruta.

A la llegada, embarcaremos en el famoso barco «Voyage to the falls» debidamente protegidos por un impermeable de plástico con capucha e iremos hasta el pie de las cascadas para disfrutar de una vista panorámica espectacular, convirtiéndose en la mejor manera de conocer esta natural.

Finalizada la actividad, nos dirigiremos hacia el hotel donde nos alojaremos esta noche. Cena de despedida y alojamiento.

Habiendo desayunado, dedicaremos las últimas horas a seguir visitando este lugar, haciendo una parada en el pequeño pueblo de Niágara-on-the-Lake.

Posteriormente, viviremos una experiencia única haciendo un sobrevuelo de 12 minutos por las Cascadas del Niágara, contemplando, a vista de pájaro, las mejores vistas de los saltos de agua más famosos del mundo. La caída de las casi 3.000 toneladas de agua por segundo nos dejará sin aliento!

Comida.

Para terminar, a la hora convenida, nos trasladaremos al aeropuerto para volar hasta Barcelona. La diferencia horaria hará que lleguemos a nuestro destino al día siguiente. Comidas a bordo.

Una vez aterricemos, recogeremos el equipaje y retornaremos a los mismos puntos de recogida del primer día.