Sri Lanka, la perla del Índico

Salida en autocar desde los diferentes puntos de recogida hacia el aeropuerto de Barcelona para volar vía un aeropuerto de enlace a Colombo. Comidas y noche a bordo.

Llegada a Colombo, y traslado hasta Negombo, donde nos espera nuestro guía local que nos acompañará durante todo el recorrido, y donde haremos el registro en el hotel donde pasaremos la primera noche.

Negombo se encuentra a solo 30 minutos de Colombo, que ha sido durante mucho tiempo la puerta de entrada al Oriente, lo que le ha dado un amplio abanico de culturas, religiones e influencias de otros países, todo ello ha provocado un popurri de sonidos, colores u olores.

Cena y alojamiento en nuestro hotel.

Desayuno en el hotel y salida en bus de camino a Sigiriya, un trayecto que nos llevará hasta el punto más céntrico de la isla. De camino a Sigiriya visitaremos el orfanato de elefantes de Pinnawala, que se trata de un refugio para elefantes heridos o perdidos, y donde podremos observar la rutina diaria de estos gentiles gigantes.

Almorzaremos en ruta en un restaurante local.

Habiendo dinamitado volveremos a hacer ruta esta vez hasta la antigua ciudad de Anuradhapura, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las capitales más antiguas de Sri Lanka, conocida por sus ruinas muy bien conservadas. La civilización que se desarrolló en torno a esta ciudad fue una de las mayores de Asia con un área de 4.000 ha.

Fundada en el siglo IV a.C., fue la capital del reino de Anuradhapura hasta el comienzo del siglo IX. Durante este periodo fue uno de los centros de poder político más estables y permanente del Asia meridional. En la actualidad esta ciudad es sagrada por el budismo, debido a los monasterios circundantes, y considerada uno de los mayores yacimientos arqueológicos del mundo.

Visitaremos varios monumentos del complejo de ruinas que consisten en tres clases de edificios, dagebas, edificios monásticos y pokunas. Las dagebas son masas en forma de campana de mampostería, que varían desde unos pocos metros a más de 340 metros de circunferencia. Algunas tienen suficiente área para construir una ciudad de veinte mil habitantes.

También veremos un árbol sagrado, que se dice que se remonta al año 245 a.C., bajo el cual, Buda, consiguió la iluminación. Se dice que todos los budistas de Sri lanka deben rezar ante al menos una vez en su vida.

Al finalizar la visita nos dirigiremos hacia Sigiriya, donde encontraremos el hotel para nuestras tres siguientes noches.

Cena y alojamiento en el hotel.

Desayunaremos en el hotel y saldremos pronto para visitar la fortaleza rocosa de Sigiriya, monumento también llamado roca de león. El recorrido será de unas dos horas contando con paradas para disfrutar de las vistas, pero cada uno podrá escoger hasta dónde llegar. Lo primero que encontraremos serán los jardines Reales, unos de los más antiguos del mundo, con formas geométricas y estanques de agua. Atravesaremos unas grandes piedras que nos llevarán a unas terrazas unidas las unas con las otras por escaleras de ladrillo. Comienza la subida y en la primera parada tendremos una panorámica de los jardines que habremos atravesado y una vista fantástica de los alrededores. A través de una escalera de caracol trepada a la roca llegaremos a los frescos de las Damas de Sigiriya, que datan del siglo V y se cree que estas mujeres medio desnudas eran ninfas celestiales, concubinas del rey Kassapa o evocaciones de la diosa Tara, una de las figuras más importantes del budismo tántrico. Atravesaremos un muro de tres metros de alto, el muro espejo, conocido como el muro de los grafitis, ya que durante más de mil años los visitantes escribieron en él comentarios o poemas para expresar su admiración a estas pinturas o a sus artistas. Después de más escaleras llegaremos a la última explanada. Presiden el lugar los restos de lo que en su día fue un enorme león construido en piedra y ladrillo rojo, por donde se accedía a la cima y del que sólo quedan las urnas. Encontraremos unas escaleras metálicas que nos llevarán al último tramo de nuestra subida, y llegaremos a la cima!! Donde no podría ser de otra manera, las vistas son impresionantes. Aquí podremos pasear entre las ruinas y cimientos de lo que en su día tuvieron que ser los edificios del palacio y lo que más sorprende son los estanques excavados en la misma roca. Después de descansar un poco y admirar todo lo que nos rodea, será la hora de volver a bajar.

Almorzaremos en un restaurante local y seguiremos el recorrido hacia Polonnaruwa, la que fue la segunda capital de Sri Lanka tras la destrucción de Anuradhapura en 993. La ciudad medieval de Polonnaruwa funcionó como capital del estado, siendo una de las más grandes urbes del sudeste asiático.

Las ruinas de la que fue la magnífica ciudad invitan a recordar años de antiguas glorias. La ciudad es una demostración de gran ingenio arquitectónico, cuenta con varios edificios ideados, casi íntegramente, incluido el lago artificial del oeste, conocido como Mar de Parakrama, por el rey Parakramabahu el Grande, que fue uno de los últimos reyes guerreros que tuvo posibilidad de hacer crecer la ciudad en grandes proporciones. Polonnaruwa albergó a muchos de los reyes singaleses entre los siglos XI y XIII. La extensión de la ciudad, que ocupa 122 hectáreas, está llena de edificios y monumentos de estilo hindú. El complejo actual es lo que queda del antiguo Palacio Real y la Sala de Consejeros, y a pesar del estado ruinoso (que se conserva de manera rigurosa), la ciudad deja entrever la majestuosidad de la época. Otro edificio bellamente decorado incluye la casa de reliquias (Vatadage) consistente en una estructura de piedra circular con decoraciones y elegantes símbolos y tallas en la piedra.

Cena y alojamiento en el hotel.

Después de desayunar, salida para visitar el pueblo de Hiriwaduna. Este pequeño pueblo situado en la provincia central de Sri Lanka, no está muy masificado, y nos permitirá conocer un poco más la vida de este país. Tendremos la oportunidad de explorar el pueblo en tractor, dar un paseo en barca, dar una vuelta por los arrozales, o probar alguna delicia gastronómica típica de la zona.

Almorzaremos en un restaurante local.

Habiendo dinamista llegaremos hasta Minneriya. Aquí nos dispondremos a hacer un safari, por uno de los 3 parques nacionales que hay, dependiendo del movimiento de los elefantes en el día del viaje. Los parques nacionales de Minneriya son uno de los mejores lugares del país para ver elefantes salvajes. Dominado por el ántico lago de Minneriya, el parque está lleno de matorrales y bosques en sus 88.9 kmcuadrados, y que alberga animales salvajes como micos, ciervos, búfalos, cocodrilos, etc.

Vuelta al hotel para cenar y alojamiento.

Después del desayuno, comenzamos nuestro camino de hoy con la visita del templo de Oro de Dambulla, una gran masa de roca donde el rey Velagambhahu se refugió en el siglo I a.C. Más tarde, las cuevas se convirtieron en un templo de piedra. El templo consta de una serie de cinco cuevas que contienen estatuas y pinturas que incluyen una larga estatua del Buda de 14 metros, se trata del sistema de cuevas más grande y mejor conservado de Sri Lanka.

Seguimos ruta hasta Matale, donde visitaremos una pequeña plantación o jardín en medio de una exuberante naturaleza, donde descubriremos una multitud de especies como el cardamomo, cúrcuma, canela, vainilla, café, cacao, pimienta, llave, nuez moscada, sándalo…

Ya vamos hacia nuestro destino, Kandy, conocida como la capital de las montañas, y que destaca por su belleza y por ser el corazón del budismo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Almuerzo en ruta.

Después de comer llegaremos a Kandy y haremos un recorrido por la ciudad, donde podremos ver el templo más famoso de Kandy: » el diente de Kandy».

Kandy fue la última capital de los reyes de Sri lanka y ahora es patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Podremos pasear por el lago construido por el último rey singalés, Sri Wickrama Rajasinghe en 1798. En la visita del monumento del diente de Kandy, veremos «las ceremonias de Puja» que se llevan a cabo para honrar la reliquia que se encuentra dentro del ataúd que hay dentro del templo. Observar este procedimiento con el acompañamiento de tambores es una de las ceremonias más representativas del país.

Llegada a nuestro hotel donde nos alojaremos las dos próximas noches. Cena y alojamiento.

Desayuno en el hotel y visita del Real Jardín botánico de Peredaniya, no demasiado lejos de Kandy, conocido por su colección de orquídeas, el jardín cuenta con más de 4000 especies de plantas.

Almorzaremos en un restaurante local.

Otro interesante aspecto de Sri Lanka es su danza tradicional, aunque es popular en todo el país, la de Kandy se considera de las mejores. La danza se originó a partir de un ritual exorcista utilizado para curar al rey Vijaya de una enfermedad provocada por su primera esposa con magia negra. Asistiremos a una actuación de estas danzas tradicionales.

Volveremos al hotel para cenar y pasar la noche.

Desayunamos en el hotel y empezamos nuestro camino hacia Nuwara Eliya, atravesando unos de esos escenarios que nos vienen a la memoria cuando nos hablan del legendario té de Ceilan, sus inmensas plantaciones. La región productora de té de Sri Lanka no sólo es muy diferente de cualquier otra parte del país, sino que es uno de los paisajes más misteriosos, a unos 1600 m sobre el nivel del mar su terreno está salpicado de cascadas y exumerantes flores y sus campos verdes de té cubiertos de niebla parecen extenderse para siempre.

Visitaremos una de sus plantaciones, donde nos explicarán todos los pasos desde la plantación, cosecha y elección hasta llegar a nuestra taza de té, que por descontado probaremos y si es el momento adecuado, podremos participar en la cosecha de esta valiosa planta.

Almuerzo en un restaurante local y seguimos hasta la ciudad de Nuwara Eliya, su nombre significa «ciudad de la meseta», situada en la región montañosa de la provincia central, con una altitud de 1868 m y rodeada por la montaña más alta del país, la Pidurutalagala. También se conoce con el sobrenombre de la «pequeña Inglaterra», aquí fue donde los británicos establecieron su base en 1840, y todavía se pueden reconocer algunas peculiaridades como los buzones.

Traslado al hotel donde nos alojaremos esta noche. Cena.

Desayuno en el hotel y traslado a la estación de Nanu Oya para coger el tren hasta Ella.

Recorrer las Tierras Altas en tren es una de las mejores experiencias que se pueden tener en Sri Lanka.

Los británicos fueron los responsables de la construcción de la red ferroviaria, su objetivo era el transporte del té desde las zonas altas hasta Colombo para exportarlo. La ruta que haremos es una de las más pintorescas, no sólo por el bello paisaje que atraviesa sino también por la altitud que consigue.

Imagínense la alfombra verde que forman las plantas de té con pequeños puntos de vivos colores del sari de las cosechadoras, los paisajes montañosos mientras el tren pasa dentro y fuera de los numerosos túneles, bosques de eucalipto y pinceladas de color de pueblos cercanos y las nubes a baja altitud se suman en este espectáculo. Llegamos a Ella. Almorzaremos en el restaurante del hotel donde nos alojaremos esta noche.

A última hora de la tarde disfrutaremos de un safari en jeep para conocer la vida salvaje del parque nacional de Yala. Se trata de un bosque de arbustos espinosos que recuerda la selva africana, donde con un poco de suerte, podremos ver alguna especie animal de la zona.

Traslado al hotel donde nos alojaremos una noche. Cena.

Hoy llegaremos hasta Beruwala, pero de camino todavía tenemos cosas interesantes que visitar. Durante el recorrido de hoy visitaremos Galle, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Dicen que fue el puerto de la antigua Tharsis, donde el rey hebreo Salomón envió a buscar el marfil y los pavos que se mencionan en la Biblia, entre otros productos de valor como la canela que ya fue exportada en 1400 a.C.

Posteriormente, fue un puerto importante por donde negociaron persas, árabes, griegos, romanos, malayes, indios y chinos. La historia moderna de Galle comienza en 1502, cuando llegó una pequeña flota de barcos portugueses que se perdió por una tormenta durante su camino a las Maldivas, más tarde éste tuvo que rendirse ante la Compañía de las indias Orientales Holandesas que construyeron la actual fortaleza. Finalmente, los británicos llegaron para tomar el control del país.

También de camino pararemos en el magnífico lago Koggala, donde podremos hacer un recorrido en barca para descubrir el ecosistema de la zona. Una vez acabado el recorrido en barca, descubriremos el pueblo de Koggala. Podremos escoger si hacerlo en bicicleta o en tuk-tuk. Haremos una parada en una plantación de canela, y aprenderemos el proceso de recolección.

Más tarde, llegaremos a una granja local que cultiva verduras y frutas frescas, como la papaya, el maracujá, el mango, el chile o tomates. Aquí es donde almorzaremos hoy, y donde recibiremos una demostración de cómo se cocina un curri de la zona utilizando métodos tradicionales transmitidos de generación en generación.

Hacia el atardecer llegaremos a Beruwala, donde haremos noche y cena en el hotel.

Después de desayunar disfrutaremos de un paseo en barca por el río Madu Balaaditya. Este paseo es una manera mera de observar más de acerca del ecosistema de humedales del país.

Almuerzo en un restaurante local.

Por la tarde, nos acercaremos hasta un vivero de tortugas, para poder ver varias especies de tortugas marinas.

Vuelta al hotel para cenar y descansar

Desayuno en el hotel y mañana libre.

Almuerzo en un restaurante local.

Salida hacia Colombo. Hoy tendremos más tiempo de conocer la capital. Al llegar Visitaremos el Paseo Galle Face, un parque urbano de cinco hectáreas junto al mar que se extiende por 1,5 km a lo largo de la costa, el puerto, el antiguo hospital holandés y una extensa visita panorámica nos llevará por la ciudad, descubriendo sus lugares más emblemáticos.

Por la tarde continuaremos con la visita de la ciudad de Colombo.

Vuelta al hotel para hacer la cena de despedida y alojarnos.

Después de desayunar traslado hasta el aeropuerto de Colombo, para coger nuestro vuelo de regreso a casa.

Llegada a Barcelona, donde el bus del Club del Viatger nos volverá a los mismos puntos de recogida del primer día.