Crucero por las Islas Seychelles

Recogida del Club del Viatger desde los diferentes puntos de encuentro acordados hacia el aeropuerto de Barcelona, para volar hacia Mahé, la isla más importante de las Seychelles, con escala en una ciudad de enlace. Comida y noche a bordo.

A media mañana llegaremos al aeropuerto internacional de Mahé, recogeremos las maletas y nos encontraremos con nuestro guía y el autobús. Durante el trayecto hacia la zona portuaria, aprovecharemos para realizar una breve panorámica de la isla, que con 155 km² y 72,000 habitantes es la más importante de las 115 que conforman este paradisíaco archipiélago. Aquí se encuentra la capital, Victoria, donde se concentra el 90% de la población total de las islas.

Mahé fue avistada por primera vez en el año 1609, pero no volvió a ser vista por ningún otro europeo hasta 1742. Francia fue la primera potencia colonial en dominarla hasta 1814, cuando cedió el control al Reino Unido tras las Guerras Napoleónicas. No fue hasta 1976 que Seychelles se convirtió en un país independiente.

Antes de embarcar, almorzaremos en un restaurante local y, hacia las 14:00, llegaremos al muelle de Mahé, donde embarcaremos en el M/Y Pegasus. La tripulación nos recibirá con un cóctel de bienvenida mientras nos proporcionan las instrucciones básicas de uso y seguridad del barco.

Pondremos rumbo hacia la vecina isla de St. Anne, donde llegaremos al atardecer y podremos disfrutar, por primera vez, de un refrescante baño en las cristalinas aguas de Seychelles. Cena y noche a bordo.

Esta mañana llegaremos a la pequeña isla de Curieuse, situada al norte de Mahé. La isla y sus aguas circundantes fueron declaradas Parque Nacional Marino en 1979 con el objetivo de preservar y conservar su diversidad marina, destacando entre ella las más de 250 tortugas gigantes de Aldabra. Su flora también nos dejará asombrados: podremos atravesar uno de sus famosos manglares, veremos las palmeras Coco de Mer, nos sorprenderán los cocos de mar con sus grandes frutos, y conoceremos especies de aves como el loro negro de Seychelles, que solo habita en esta isla y en Praslin.

Disfrutaremos de un recorrido por los senderos que serpentean la isla, para luego dirigirnos a la playa, donde el personal del barco nos preparará una barbacoa para almorzar bajo los árboles y las palmeras. Una vez terminado este exótico almuerzo, el mismo personal nos ofrecerá la posibilidad de realizar algunas actividades acuáticas o bien dispondremos de tiempo libre para disfrutar de la calma de esta isla deshabitada y de sus aguas.

Noche a bordo, fondeados en Curieuse.

Después de desayunar, nuestro barco llegará a la isla de Cousin, una pequeña extensión de tierra de solo 27 hectáreas situada a menos de 3 km de Praslin. Esta isla recibe el sobrenombre de “Santuario de las Aves” debido a su importancia ornitológica, ya que no solo alberga numerosas especies de aves en peligro de extinción, sino que más de 250,000 aves se reproducen allí cada año. La isla no es solo un refugio para aves, sino que también se ha convertido en la zona de cría más importante de la tortuga carey del Índico. Debido a esta riqueza de fauna, en 1968 fue declarada Reserva Natural y, posteriormente, en 1974 obtuvo la catalogación de Reserva Especial.

Actualmente, la asociación BirdLife trabaja en actividades de conservación que incluyen el seguimiento de la biodiversidad de la isla, la investigación y la reintroducción de especies en peligro de extinción como el Petirrojo Urraca de Seychelles.

Tras esta interesante excursión a pie, regresaremos a nuestro barco, donde almorzaremos a bordo y pondremos rumbo hacia Praslin.

Por la tarde, llegaremos a una de las playas paradisíacas más bonitas de todas las Seychelles, Anse Lazio. Tendremos tiempo libre para bañarnos tranquilamente, y quienes lo deseen podrán practicar esnórquel o incluso bucear. La isla debe su nombre al diplomático francés César Gabriel de Choiseul, duque de Praslin. Su extensión no supera los 38 km² y tiene una población de 6,500 habitantes, lo que la convierte en la segunda isla más grande de todo el archipiélago.

Noche a bordo, fondeados en Anse Lazio.

Mientras desayunamos, nuestro barco nos llevará hasta la isla de Aride. Con solo 1,5 km de longitud, la isla está habitada exclusivamente por los miembros de la Reserva Natural que velan por la conservación de la fauna. Mientras caminamos hasta uno de los puntos más elevados de la isla, desde donde tendremos unas vistas espectaculares de la zona donde anidan las aves, iremos descubriendo la diversidad de especies autóctonas de la isla, como los zarzales, las fragatas, las garzas de Seychelles y las mayores colonias mundiales de noddies y pardelas de Audubon. Además, nuestros sentidos se verán estimulados por los aromas de la gardenia Wright, exclusiva de esta isla.

Regresaremos a nuestro barco a la hora del almuerzo, y mientras disfrutamos de este, navegaremos por las aguas vírgenes de Seychelles hasta llegar al islote de St. Pierre, donde nos detendremos alrededor de tres horas para bañarnos entre sus formaciones graníticas, descansar en la playa después de la caminata matutina o probar algunas de las actividades acuáticas que el personal de nuestro barco nos irá proponiendo cada día. A la hora acordada, regresaremos al barco para continuar nuestra travesía hasta la siguiente parada, la bahía de St. Anne, donde pasaremos la noche a bordo.

Después de desayunar, llegaremos a la isla de Praslin, donde realizaremos una excursión panorámica hasta llegar al Parque Nacional. Durante nuestro trayecto, nos encontraremos con pintorescos pueblos pesqueros y frondosos bosques tropicales hasta llegar a Vallee de Mai. El Parque Nacional, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga, en sus 20 hectáreas de terreno, más de 4.000 palmeras de Coco de Mar, una especie endémica y exclusiva de Praslin y Curieuse, que se caracteriza tanto por el gran peso de su fruto (hasta 45 kg) como por tener la semilla más grande y pesada del reino vegetal (17 kg).

Terminaremos nuestra excursión diurna descubriendo una de las playas más famosas del mundo, Côte d’Or, donde nos bañaremos antes de emprender el camino de regreso al barco.

Almorzaremos a bordo del barco y navegaremos hasta la pequeña isla granítica de Felicite, donde nos dejaremos cautivar por su rica vegetación y tendremos la oportunidad de hacer esnórquel o nadar tranquilamente en sus cálidas aguas. La isla, como muchas de sus vecinas, está deshabitada después del cierre de la plantación de cocos que en el pasado daba empleo a 50 personas.

A última hora de la tarde, navegaremos hasta La Digue, donde cenaremos y pasaremos la noche fondeados.

Desayuno a bordo. Esta mañana visitaremos la tranquila isla de La Digue, que con una población inferior a dos mil habitantes parece haber quedado anclada en el pasado: sin coches ni aparentes muestras de modernidad, son las bicicletas y los carros tirados por bueyes los medios de transporte utilizados por los nativos. En esta isla se encuentra otra especie endémica de aves, el Flycatcher de Seychelles.

Tomaremos dirección hacia el norte de la isla, llegando hasta L’Union Estate, donde veremos la antigua «Creole House», las casas tradicionales que representan la arquitectura y el patrimonio cultural de las islas. Conoceremos cómo se hacía el copra, la carne de coco secada, veremos los molinos con los que se producía el aceite de coco y la casa colonial desde donde se gestionaba toda la plantación.

Atravesando los frondosos bosques, llegaremos a una de las playas más hermosas de todo Seychelles, Anse Source d’Argent, donde podremos descansar y refrescarnos en sus paradisíacas aguas.

De regreso al barco, haremos una parada en la pequeña población de La Passe, donde podremos comprar algunos de los típicos souvenirs locales.

Por la tarde, navegaremos hasta nuestra siguiente parada, la isla de Moyenne, conocida entre los habitantes locales por las fantásticas historias que la convertían en una parada de piratas que cruzaban el Índico, y donde decenas de leyendas urbanas afirman que en su subsuelo se encuentran escondidos tesoros piratas de gran valor.

Cena y noche a bordo, fondeados frente a la isla.

Después de desayunar, visitaremos la isla de Moyenne. Abandonada desde 1915 hasta 1960, la isla fue adquirida por el británico Brendon Grimshaw en 1962, un ex editor de periódicos originario de Yorkshire, por solo £10,000. Ayudado únicamente por su buen amigo René Antoine Lafortune, comenzaron a explotar turísticamente la isla, y los beneficios obtenidos los destinaban a reforestarla y devolverle el esplendor que había tenido en el pasado. Entre los dos, plantaron dieciséis mil árboles, construyeron 4,8 kilómetros de caminos naturales y hicieron posible que las colonias de aves y tortugas gigantes se asentaran nuevamente en la isla. Gracias a esta perseverante labor, Grimshaw y su socio lograron que la isla de Moyenne fuera catalogada como Parque Nacional.

El esfuerzo de Grimshaw, además de repoblar la fauna y flora de la isla y conseguir la distinción de Parque Natural, hizo que su valor económico creciera hasta el día de su muerte en 2012: la última estimación económica situó el valor de la isla en 34 millones de euros.

Al finalizar la visita, el personal del barco nos preparará una barbacoa en la arena de la playa, donde además tendremos tiempo para hacer, por última vez, esnórquel en las aguas de Moyenne.

Posteriormente, el barco navegará hasta el último punto de nuestro viaje y, una vez lleguemos al puerto de Mahé, el capitán del barco nos ofrecerá la cena de clausura de este exótico crucero.

Después de tomar el último desayuno a bordo de nuestro barco, desembarcaremos en la isla de Mahé.

Durante esta mañana, podremos disfrutar de las instalaciones de un hotel en la ciudad de Mahé, bañarnos en sus piscinas o relajarnos tomando el sol. Quien lo desee, también tendrá la posibilidad de pasear por las calles de Mahé. Almorzaremos en el hotel y, a la hora acordada, nuestro autobús nos llevará al aeropuerto donde tomaremos un vuelo que nos devolverá a Barcelona, con escala en una ciudad de enlace.

A primera hora de la mañana, llegaremos al aeropuerto de Barcelona. Después de recoger las maletas, el Club del Viatger nos llevará a los mismos puntos de recogida del primer día.